La obesidad es un estado en el que una persona tiene una proporción anormalmente alta e innecesaria de grasa en el cuerpo. El sufrir de esta enfermedad no sólo repercute en nuestra apariencia física, ya que la obesidad está asociada con riesgos mayores de los cánceres de esófago, de seno (después de la menopausia), de endometrio, de colon y de recto, de riñón, de páncreas, de tiroides, de vesícula biliar y posiblemente de otros tipos de cáncer.
La gente obesa tiene también un riesgo más alto de enfermedades coronarias del corazón, de apoplejía, de tensión arterial alta, de diabetes y de muchas otras enfermedades crónicas.
Tenemos que entender que esta enfermedad puede afectar a adultos y niños, sin distinción de sexo. La obesidad puede desarrollarse por diversos factores genéticos, metabólicos, entre otros, pero sin lugar a duda la causa principal es la sobrealimentación unida a la falta de actividad física.
Las principales causas de la obesidad son un estilo de vida sedentario, el no hacer ningún tipo de actividad física, y el llevar una dieta baja en vegetales y frutas pero alta en grasas y azúcares.
Para medir la obesidad, los investigadores usan una escala conocida como índice de masa corporal, (IMC). Según la Organización Mundial de la Salud, el índice de masa corporal (IMC) es un indicador simple de la relación entre el peso y la talla, que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos; y se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2).
La definición de la OMS es la siguiente:
El IMC proporciona la medida más útil del sobrepeso y la obesidad en la población, puesto que es la misma para ambos sexos y para los adultos de todas las edades. Sin embargo, hay que considerarla a título indicativo porque es posible que no se corresponda con el mismo nivel de grosor en diferentes personas.
Es importante acostumbrar a nuestros hijos desde pequeños a comer alimentos saludables y ricos en vitaminas y minerales, y a hacer algún deporte que a la vez los entretenga y distraiga.
El sobrepeso aumenta el riesgo de desarrollar cáncer. Acorta la distancia que te separa de tu peso ideal. No lo sigas pensando y llévalo a la acción. Comienza hoy mismo a cuidarte.
Cerca del 40% de las enfermedades oncológicas se relacionan con malos hábitos alimenticios. Cuida tu peso.
Mantener un peso óptimo ayuda a prevenir el cáncer