El testículo es un órgano par, de forma ovoidea, cuyas funciones principales son la producción de los espermatozoides y la síntesis y secreción de las hormonas sexuales masculinas (testosterona). Los testículos se encuentran en el escroto, una bolsa de piel que los protege. Cada testículo está suspendido de un cordón espermático, el cual contiene los vasos sanguíneos, nervios del propio testículo, y el conducto deferente por el que ascienden los espermatozoides desde el epidídimo (tubo conductivo que conecta los testículos con los vasos deferentes por los que circula el semen con los espermatozoides). Los testículos tienen varios tipos de células en su estructura con distintas funciones, las más relevantes son las células germinales, las cuales por efecto de las hormonas masculinas madurarán para dar lugar a los espermatozoides a partir de la adolescencia. El 90% de los tumores malignos del testículo se generan a partir de esas células germinales.