El cáncer de estómago tiende a desarrollarse lentamente. A menudo ocurren cambios precancerosos que casi nunca causan síntomas y dependiendo de la localización del cáncer en el estómago, los signos y síntomas pueden variar. Sin embargo, cuando se presentan, los síntomas más comunes en los estadios tempranos incluyen:
En los estados más avanzados del cáncer de estómago se pueden presentar los siguientes signos y síntomas:
Procura ser más cuidadoso si eres hombre entre 60 y 89 años de edad, grupo en el que se observa la más alta incidencia de cáncer de estómago.
Esto previene la gastritis atrófica asociada a la infección por Helicobacter pylori que tiene la capacidad de convertir las sustancias de ciertos alimentos (productos ahumados o conservados en vinagre y carnes o pescado salados en químicos perjudiciales).
Las frutas cítricas (naranjas, limones, toronjas, etc) pueden ser especialmente beneficiosas para prevenir el cáncer de estómago. Se recomienda comer al menos 2½ tazas de frutas y verduras diariamente.
Escoge panes, pastas y cereales integrales, así como pescados, aves, en lugar de carnes rojas.
Estos métodos de cocción crean sustancias químicas tóxicas que pueden aumentar el riesgo de padecer cáncer de estómago.
Las mujeres deberían restringir el consumo a 1 bebida al día no más de 5 días y los hombres a 2 bebidas al día no más de 5 días.
Se ha demostrado que el consumo de tabaco aumenta el doble las posibilidades de aparición de cáncer gástrico por causar alteraciones en las células del estómago.
La actividad física de forma habitual reduce significativamente el riesgo de desarrollar cáncer. Tan sólo 35 minutos diarios pueden hacer una gran diferencia.
De igual forma, la actividad física resulta beneficiosa para combatir el sobrepeso y la obesidad, que son factores de riesgo importantes para el cáncer de estómago.
Mantén el control médico periódico con tu gastroenterólogo en el caso de diagnósticos previos de lesiones gástricas (pólipos, gastritis crónica atrófica, infección por Helicobacter pylori, etc...), ya que necesitarán la realización de exámenes endoscópicos regulares (observación del tubo digestivo mediante un tubo flexible llamado endoscopio) para corroborar la evolución de las mismas hasta su curación.
Si en alguna de las revisiones el médico observara algún cambio, se indicaría realizar una biopsia (extracción de una muestra de tejido de la zona para su estudio al microscopio), que permitiría detectar alteraciones premalignas (displasia) y/o malignas y tomar una decisión terapéutica lo más pronto posible.